La inmoralidad radica en que a usted ahora se le castiga el bolsillo e inmerecidamente se le acusa de la debacle eléctrica nacional.
- José Aguilar / Ingeniero Eléctrico
Llegaron las ansiadas y merecidas vacaciones de agosto 2011; sin embargo, usted y sus seres queridos siguen sin suficiente luz, ya que día tras día las penurias eléctricas castigan a sus víctimas. En promedio, de 17 a 21 entidades por día sufren por el yugo que los tiene en una miseria eléctrica, que amenaza con cortarle el intermitente servicio si se excede de la inmoral y pírrica dieta eléctrica a la que a juro le quieren someter.
Analicemos la inmoralidad de la crisis eléctrica.
La inmoralidad radica en que a usted ahora se le castiga el bolsillo e inmerecidamente se le acusa de la debacle eléctrica nacional, mientras que una millonaria cifra de 10 mil 500 millones de dólares se ha “asignado” para resolver la crisis eléctrica. De la suma anterior, por lo menos más de seis mil 500 millones de dólares resultan difíciles de justificar ante el tren de fracasos y retrasos, y ahora el querer multarlo suena como “un raspar la olla”, una verdadera inmoralidad por el pésimo servicio que se le brinda al soberano, que sigue sin luz.
La inmoralidad se debe a la corrupción, que con sus manejos turbios y rapacidad sin precedentes azota el preciado y limitado dinero destinado a resolver el problema de la más alta prioridad del vivir nacional, ignorando el legítimo reclamo al que usted, al igual que su familia, tiene derecho. Le ocultan la justa información del verdadero estado en que se encuentra el sector eléctrico, haciéndole inalcanzables promesas, porque además de la rapacidad, hay una incapacidad gerencial y ausencia de moral y luces.
Cuando la rapacidad va con la incapacidad es como juntar el hambre con las ganas de comer. La corrupción de unos pocos contagia a los demás y la corrupción de los mejores es la peor de todas y esa es la causa de su miseria eléctrica.
Muchos se preguntan hasta cuándo.La respuesta está en sus manos, usted tiene la palabra, de lo contrario, los primeros días de agosto, cuando la demanda aún no llega a los niveles del 2009, darán paso a más de 18 mil 550 MW para el último trimestre del año y más oscuridad vendrá. Por sus seres queridos y Venezuela, diga no a la inmoralidad eléctrica.
Analicemos la inmoralidad de la crisis eléctrica.
La inmoralidad radica en que a usted ahora se le castiga el bolsillo e inmerecidamente se le acusa de la debacle eléctrica nacional, mientras que una millonaria cifra de 10 mil 500 millones de dólares se ha “asignado” para resolver la crisis eléctrica. De la suma anterior, por lo menos más de seis mil 500 millones de dólares resultan difíciles de justificar ante el tren de fracasos y retrasos, y ahora el querer multarlo suena como “un raspar la olla”, una verdadera inmoralidad por el pésimo servicio que se le brinda al soberano, que sigue sin luz.
La inmoralidad se debe a la corrupción, que con sus manejos turbios y rapacidad sin precedentes azota el preciado y limitado dinero destinado a resolver el problema de la más alta prioridad del vivir nacional, ignorando el legítimo reclamo al que usted, al igual que su familia, tiene derecho. Le ocultan la justa información del verdadero estado en que se encuentra el sector eléctrico, haciéndole inalcanzables promesas, porque además de la rapacidad, hay una incapacidad gerencial y ausencia de moral y luces.
Cuando la rapacidad va con la incapacidad es como juntar el hambre con las ganas de comer. La corrupción de unos pocos contagia a los demás y la corrupción de los mejores es la peor de todas y esa es la causa de su miseria eléctrica.
Muchos se preguntan hasta cuándo.La respuesta está en sus manos, usted tiene la palabra, de lo contrario, los primeros días de agosto, cuando la demanda aún no llega a los niveles del 2009, darán paso a más de 18 mil 550 MW para el último trimestre del año y más oscuridad vendrá. Por sus seres queridos y Venezuela, diga no a la inmoralidad eléctrica.
FUENTE: la verdad.com
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