Para que NO Me Olvides - Lorenzo Santamaria


jueves, 28 de agosto de 2014

No es ni será delito querer un país mejor. Mucho menos construirlo con nuestras propias manos


Dejando huella

 

ARMANDO BRIQUET |  EL UNIVERSAL
El hecho de que el Gobierno nos pida la huella de identidad para comprar cualquier cosa que necesitemos, no es casualidad. Ellos ya han dejado la suya marcada en cada aspecto de nuestra vida. Marcaron el país y comprometieron nuestro futuro. Gobernaron como si fuéramos un país rico. Acabaron con la cultura al trabajo y dilapidaron los mayores ingresos.

Nos vendieron que el chorro de petróleo daba para todo y lo aguantaba todo, incluso a un gobierno irresponsable y sin controles: expropiaron sin necesidad, incentivaron importar en lugar de la producción, regalaron nuestro dinero y petróleo a otros países, asumieron deudas como si luego no se pagaran, repartieron recursos a diestra y siniestra sin ver las consecuencias.
Gastar sin invertir. Pensaron solo en su popularidad para mantenerse en el poder sin preocuparse por el futuro.

Pero esa posibilidad, claramente, se esfumó. Y no porque se haya decidido asumir responsabilidades, ya no se desperdicien los recursos o se hayan comenzado a pagar deudas. No. Eso a lo que habían buscado acostumbrar a los venezolanos ya no se ve en las calles, y han pasado a exigirle al pueblo el pago de una factura de una fiesta que solo disfrutaron quienes siguen en el poder.

Tantas veces se dijo que esos vientos traerían estos lodos. Muchas veces se repitió que las medidas económicas tomadas no dejaban otra cosa que el fin de la producción, y esto ocurrió con la primera expropiación de tierras productivas y la primera empresa tomada. Hoy por hoy son tierras arrasadas y galpones vacíos testigos de un grave error. Esa es la huella que nos han dejado.

Somos un país absolutamente dependiente de las importaciones, las divisas cada vez más escasas, y el precio del petróleo. Ahora, el gobierno incapaz de producir, pues no sabe cómo y se ha encargado de desmerecer cualquier esfuerzo privado del que aún pretenda hacerlo, e incluso yéndose por la salida más fácil, lo que busca es repartir las sobras del bacanal, repartir lo poco que queda sin entender aún que de lo que se trata es de producir. No están pensando en crear nuevos empleos ni aumentar la producción.

El país que debe buscarse, por el que todos debemos trabajar, el que buscamos, es aquel en donde se ponga la huella para trabajar, esforzarse, construir y producir. Aquel que nos convoque a sumarnos y no nos busque para perseguirnos.

No es ni será delito querer un país mejor. Mucho menos construirlo con nuestras propias manos. El modelo donde buscan nuestras huellas para perseguir y asumirnos culpables tiene que terminar. De una vez por todas, debemos sumar nuestras huellas por la construcción del futuro. Las de este gobierno ya están marcadas en la destrucción del presente.

Armando.briquet@gmail.com
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