La danza del vientre conecta y estimula a través de movimientos específicos de la región pélvica, abdominales y de respiración, al descubrimiento del placer de ser mujer.
Trabaja intensamente, glúteos, muslos y vientre, fortaleciendo la musculatura y moldeando las caderas y la cintura.
Funciona también como una terapia mental, pues al entrar en contacto con su cuerpo, a partir de las manifestaciones de expresión corporal, hay un desbloqueo psicológico, despertando el amor propio.
Además de esto, la práctica constante ayuda a corregir la postura y a aumentar el poder de concentración.La Danza facilita la expresión, la expansión de la persona. La música y el Movimiento posibilitan un juego creativo, que ayuda a descubrir nuevas formas de expresión, a liberar tensiones, a reencontrar la energía pérdida. Las técnicas de danza árabe que se utilizan focalizan el movimiento de las caderas y la pelvis, aumentando la sensualidad, la flexibilidad y las sensaciones corporales. A través de esta técnica, aumenta el placer y el bienestar, se superan inhibiciones, y se aprende con otros, a conocer y a expresar emociones. La danza libera nuestro potencial creador y posee en si misma, efectos terapéuticos, logrando conectar el cuerpo y la mente.
Objetivos:
- Encontrar nuevas formas de reflexión y conexión con uno mismo a través del vínculo cuerpo-emociones.
- Transformar la energía vital en creaciones que dinamizan el espíritu.
- Descubrir que podemos más de lo que creemos.
- Romper estereotipos y superar inhibiciones que nos impiden disfrutar del cuerpo.
- Mejorar la comunicación y la autoestima.
El cuerpo expresa con distintos síntomas, problemáticas de stress y de diversas inhibiciones. La lectura que se realiza a través de esta técnica de psicoterapia corporal permite comprender y trabajar síntomas que generalmente no se expresan con palabras.
Se recomienda especialmente para personas con inhibiciones sexuales, dolores corporales producto del stress y las condiciones actuales de la vida urbana, y a todos aquellos que deseen explorar a través de la música y la danza, la posibilidad de conectarse y comunicarse con su cuerpo y el entorno, generando un nuevo espacio de placer.
En síntesis, la Danza del vientre es creación, movimiento, vida. Es amor, placer, expresión, arte, belleza. Es dar y compartir. Es reencontrarse con la seducción, con la posibilidad de descubrir algo nuevo para aumentar nuestra capacidad de VIVIR EN PLENITUD CON NOSOTROS MISMO Y EL UNIVERSO.
FUENTE: Centro Naturae Mater
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