Para que NO Me Olvides - Lorenzo Santamaria


sábado, 18 de diciembre de 2010

Ninfomanía:

 Cuando el sexo es una enfermedad que nunca acaba.
La Verdad - Grace Viloria - Maracaibo - 18/12/2010 00:00 18
Esta patología se presenta principalmente en mujeres que desean tener sexo las 24 horas del día. Las pacientes que atraviesan por esta situación, se ven afectadas a nivel laboral, social y en el hogar. Para el tratamiento de la hipersexualidad se requiere la aplicación de una terapia integral.
Sus ganas de tener relaciones sexuales, se han vuelto incontrolables. En repetidas oportunidades, bien sea durante el día o la noche, busca a su pareja para sentirse amada, pues a través del sexo logra un instante de serenidad. Este sentimiento, sólo la acompaña por pocos minutos. Luego inicia nuevamente la búsqueda del placer que recorrerá todo su cuerpo y calmara su ansiedad, pero que al final la dejará como en ocasiones anteriores: insatisfecha y con deseos de más. Esta es la vida de Estela. Una profesional con 40 años, de ellos tiene 15 casada.

Para ella, los encuentros sexuales con su marido no son suficientes. Algunas veces para satisfacer sus necesidades recurre a la masturbación, y a otras acciones de las que no se enorgullece como la infidelidad. En su interior sabe que algo está mal, pues está siendo víctima de la ninfomanía.

Rouzine Mubayed, doctora especialista en sexualidad del Hospital Clínico, explica que la ninfomanía en mujeres o satiriasis en hombres, es conocida clínicamente como hipersexualidad y se refiere a la necesidad incontrolable que tienen algunas personas de ejercer la función sexual. Advierte que la adicción es más común en el sexo femenino. “Los pacientes con esta patología  sienten un deseo obsesivo-compulsivo por mantener relaciones las 24 horas del día. Esto sucede porque la persona luego del encuentro queda insatisfecha y vuelve a iniciar el ciclo”.

Señala que las pacientes que atraviesan por esta situación, se ven afectadas a nivel laboral, social y en el hogar. “La obsesión te lleva  a repetir la acción una y otra vez de forma continúa. Hasta que  no lo haces la ansiedad que te producen esos pensamientos no disminuye”.

Posibles causas

La especialista señala que se han descrito algunas causas de donde podría provenir la ninfomanía. Precisa que se habla de la existencia de lesiones a nivel cerebral en la zona límbica del encéfalo, en donde se gestionan respuestas fisiológicas ante los estímulos emocionales. Está relacionada con los instintos sexuales y las emociones como placer, miedo o agresión.

Otras teorías apuntan que a nivel orgánico personas que padecen de convulsiones y de psicosis maniaco depresivas, pueden convertirse en hipersexuales; mientras que a nivel cognitivo se desarrolla en personas que desde su infancia han sido reprimidas o castigadas y en la etapa de la adolescencia durante la modificación hormonal los conlleva a ejercer la función sexual de forma excesiva. Advierte que en algunos casos las personas con esta patología se van por el camino de la prostitución, pues les gana su deseo de tener sexo todo el día.

Tratamiento integral

Rouzine Mubayed, doctora especialista en sexología del Hospital Clínico, afirma que para el tratamiento de la hipersexualidad se requiere la aplicación de una terapia integral. “Para lograr la mejoría del paciente se debe actuar con un grupo multidisciplinario que trate el problema orgánico y la parte cognitiva. El paciente debe lograr ejercer la función sexual de manera normal y que ésta no interrumpa sus labores”.

Advierte que no se debe confundir la ninfomanía con el aumento de la función sexual. “Una mujer ninfomana quiere tener relaciones las 24 horas del día, a diferencia de las personas con frecuencia alta y tienen relaciones varias veces al día, pero no es un acto que se hace de manera compulsiva”.

Provienen del Olimpo

La palabra ninfomanía y satiriasis, proviene de la mitología Griega. Las ninfas eran las diosas del bosque, de las aguas y del campo. En el caso de la satiriasis, se originó de los sátiros quienes eran los asistentes de Bacu, dios del vino. Cuenta la historia que estos eran mitad hombres y mitad cabra. Su condición los hacía ser seductores ante las mujeres.

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